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Cambios esperados en el organismo

El embarazo causa cambios importantes en tu organismo que, además de ser necesarios para el desarrollo de tu bebé, preparan tu cuerpo para el parto y la lactancia. Debes conocer estos cambios para evitar considerar como una enfermedad lo que no es mas que la manifestación de una modificación habitual y normal de tu cuerpo al embarazo.

ACIDEZ DE ESTÓMAGO: la acidez de estómago o regurgitación ácida ocurre cuando los alimentos contenidos en el estómago, son impulsados hacia el esófago junto con la secreción ácida. Los cambios que ocurren en tu organismo durante el embarazo favorecen esta situación.

La digestión es más lenta. Los alimentos tardan más tiempo en pasar al intestino y la válvula que impide el paso del contenido del estómago al esófago se relaja con más facilidad. Además como el útero aumenta progresivamente de tamaño, el estómago cambia de posición. Puedes utilizar antiácidos, pero es preferible que no consumas ningún medicamento sin consultar antes con tu médico. Para evitar la acidez del estómago, las siguientes medidas pueden serte útiles:

• Debes realizar comidas más frecuentes (de 5 a 6 al día), pero tomando solo una pequeña cantidad de alimento en cada ocasión.
• Debes evitar los alimentos fritos y los que forman gases, las especias y grasas, las bebidas alcohólicas, las bebidas con gas, el café y el tabaco.
• Es aconsejable reposar un rato después de cada comida en posición semisentada y cenar al menos dos horas antes de irte a la cama.
• Debes evitar realizar cualquier ejercicio físico o deporte hasta dos horas después de haber comido.


MAREOS: los mareos son debidos generalmente a un descenso transitorio de la tensión arterial. Los cambios que ocurren en tu organismo durante el embarazo, favorecen la aparición de mareos. Las siguientes medidas te pueden ayudar:

• Debes evitar los cambios bruscos de posición (como levantarse de la cama con rapidez), los lugares muy concurridos y los períodos de ayuno prolongados. Es aconsejable realizar un ejercicio moderado.
• Si notas que vas a marearte, debes buscar un ambiente fresco, realizar respiraciones profundas y acostarte sobre el brazo izquierdo con las piernas ligeramente flexionadas. Debes evitar la posición boca arriba.


NÁUSEAS Y VÓMITOS: las náuseas y vómitos son frecuentes durante los tres primeros meses del embarazo. Aunque habitualmente ocurren por la mañana, al levantarse tras el descanso nocturno, pueden aparecer en cualquier momento del día, especialmente cuando el estómago está lleno. Las siguientes medidas pueden proporcionarte cierto alivio:

• Al despertar, por la mañana, debes comer alguna galleta, bizcocho, etc. Además de permanecer en reposo semisentada o sentada en el borde de la cama, hasta que desaparezca la sensación nauseosa.
• Debes evitar la sensación de estómago vacío o lleno, los olores molestos y los alimentos de digestión difícil o que te resulten repulsivos. No debes tomar alimentos fritos ni los formadores de gas, las especias y grasas, las bebidas con gas, café y té. No debes fumar. Debes realizar comidas más frecuentes pero menos abundantes. Si las náuseas y vómitos son intensos debes consultar a tu médico, existen medicamentos para contrarrestar dichos síntomas, pero no los consumas hasta que hayan sido recomendados por él.


CANSANCIO: te puedes encontrar cansada durante todo el embarazo, especialmente al comienzo y al final de la gestación. Para disminuir esta sensación, debes realizar una alimentación adecuada, debes disminuir la actividad física y reposar un rato después de la comida, debes evitar ejercicio y reposo excesivo.

CAÍDA DEL CABELLO: la caída del cabello puede aumentar durante el embarazo, especialmente después del parto. No existen medidas preventivas ni tratamiento de eficacia comprobada. Debes saber que es un hecho transitorio, que desaparece en unas semanas. Puedes lavar tu cabeza las veces que sea necesario. Es aconsejable evitar el uso de acondicionadores y el traumatismo sobre el cabello, como el modelado y el secado eléctrico a temperaturas altas.

COLOR DE LA PIEL: la mayoría de las mujeres notan cómo la piel toma un color más oscuro en diferentes partes del cuerpo durante el embarazo.

El cloasma o paño es el tono moreno de la piel que rodea a los ojos, nariz y boca. La línea morena, es una línea oscura que se extiende a lo largo del centro del vientre. La piel de la areola mamaria, de los muslos y de la región genital también puede tomar un color más oscuro. Todos ellos son cambios normales, debido a las hormonas que produce tu organismo durante la gestación, habitualmente desaparece después del parto. La exposición a la luz solar aumenta los cambios de color de la piel, sin embargo, la utilización de cremas de protección solar puede disminuir su intensidad, úselas.

DOLOR DE ESPALDA: el dolor de espalda es una de las molestias más frecuentes durante el embarazo. Habitualmente es causado por cambios en la curvatura de la columna vertebral que produce la contractura de los músculos de la espalda, así como a la relajación de las articulaciones de la pelvis, todo ello determinado por el efecto del útero gestante. Algunas medidas que te pueden ayudar al dolor de espalda son:

• Debes utilizar zapatos cómodos, con un tacón de altura media, evitando el calzado de tacón alto o el excesivamente plano.
• Cuando te sientes debes utilizar una silla cómoda, colocando unos cojines o almohadones detrás de la parte baja de la espalda. Debes utilizar una cama con colchón firme.
• Procura no levantar peso desde el suelo. Si debes hacerlo, agáchate, flexiona las rodillas y las caderas, agarra el objeto y levántate estirando las piernas. Debes evitar la flexión de la columna vertebral.
• El calor local mediante la aplicación de una ducha de agua caliente o una almohadilla eléctrica, puede aliviarte las molestias. Puedes utilizar una faja abdominal.
• Es aconsejable realizar ejercicios para fortalecer los músculos del abdomen y de la espalda.


ESTREÑIMIENTO: el estreñimiento es muy frecuente durante el embarazo. Es debido a una acción hormonal sobre el intestino, que hace que el movimiento de los alimentos sea más lento, también lo puede causar la compresión del útero sobre el recto. Las siguientes medidas te pueden ayudar a aliviar el estreñimiento:

• Alimentación rica en fibra, que incluya cereales, frutas y verduras frescas.
• Tomar líquidos en abundancia, especialmente jugos de fruta.
• El ejercicio moderado ayuda al movimiento intestinal.
• Debes intentar mantener un ritmo regular de evacuación intestinal, acudiendo a una hora fija al baño y estimular el reflejo gastrocólico tomando un vaso de agua por la mañana.


ESTRÍAS GRAVÍDICAS: las estrías gravídicas se producen por la rotura de las fibras de colágeno de la piel, causadas por su distensión excesiva.

Aparecen con frecuencia durante la segunda mitad del embarazo, en el vientre, mamas y muslos. Al principio, son de color rosado y después blanquecinas, son permanentes, no desaparecen después del parto. No existen medidas preventivas que hayan demostrado su eficacia. Puede resultar útil el mantener la piel bien humectada durante el embarazo, utilizando aceite para bebé o alguna crema especial antiestrías.

FLUJOS VAGINALES: durante el embarazo aumenta la secreción genital como consecuencia de los cambios hormonales. Generalmente es una secreción blanquecina, no maloliente. Debes extremar la higiene íntima. Si observas cambios en el color, en el olor o aparece comezón debes llamar de inmediato a tu médico, ya que puede existir alguna infección que requiera de tratamiento.

HEMORROIDES: las hemorroides son dilataciones varicosas de las venas del recto. Durante el embarazo son frecuentes por la compresión que realiza el útero. En ocasiones son dolorosas. Existen medidas locales que puedes utilizar en el embarazo, pero solo cuando hayan sido indicadas por tu médico. Los siguientes consejos pueden ser de utilidad para evitar este problema:

• Debes evitar y corregir el estreñimiento, mediante una alimentación equilibrada con alto contenido en fibra, bebiendo cantidades adecuadas de líquidos, evitando las especias para condimentar la comida y realizar una actividad física moderada.
• Debes mantener y realizar una adecuada higiene en la región anal.
• Puedes realizar baños de asiento con agua fría para aliviar las molestias y utilizar los asientos blandos.


HINCHAZÓN DE LOS PIES: durante los últimos meses del embarazo sus pies, tobillos y piernas se pueden hinchar, especialmente a últimas horas del día y durante los meses de verano. Habitualmente la hinchazón desaparece durante el descanso nocturno. Esta hinchazón generalmente es moderada durante el embarazo, sin embargo si notas que tus manos y cara se hinchan, debes informarle a tu médico inmediatamente ya que ello podría indicar la existencia de algún problema. Las siguientes medidas te pueden resultar útiles para disminuir la hinchazón de tus pies:

• Debes evitar permanecer de pie o sentada durante mucho tiempo. Cuando te sea posible, pon las piernas en alto y cuando reposes en la cama hazlo acostada sobre tu brazo izquierdo.
• Debes evitar el uso de ligas o cintas que compriman las piernas. Es aconsejable el uso de medias hasta la cintura.
• Debes realizar ejercicios con regularidad, especialmente caminar o nadar.


HORMIGUEO Y PÉRDIDA DE SENSIBILIDAD EN BRAZOS Y PIERNAS: con el crecimiento del útero se producen cambios en la postura de tu cuerpo y puede ocurrir la compresión de algunos nervios que causan una sensación de adormecimiento y hormigueo en piernas y brazos. Habitualmente es un hecho transitorio, que carece de importancia y desaparece después del nacimiento de tu hijo.

INSOMNIO: el insomnio es más frecuente en los últimos meses del embarazo. Puede ser debido a que el volumen de tu vientre te impide adoptar una postura cómoda para dormir, a la ansiedad o preocupación por tu embarazo, a los movimientos de tu bebé o a los calambres nocturnos de las piernas. No debes tomar ningún medicamento para poder dormir sin prescripción médica. Ciertas medidas pueden ayudarte a lograr el descanso deseado, como tomar una bebida caliente al acostarte, utilizar técnicas de relajación y acortar un poco los períodos de reposo durante el día. Para lograr una postura más cómoda, puedes acostarte de lado con el vientre apoyado en una almohada, colocando otra almohada más entre las piernas.

MAMAS: desde el inicio del embarazo tus mamas comienzan a sufrir cambios para preparar la lactancia de tus hijos. Las mamas se hacen más sensibles, aumentan de tamaño y se hacen visibles unas venas finas debajo de la piel. Los pezones aumentan de tamaño, se pigmentan y son más eréctiles y sensibles. Hacia la mitad de la gestación puede aparecer la secreción de calostro. La areola también aumenta de tamaño y toma un color más oscuro. Es recomendable usar un sujetador adecuado durante todo el día.

MOLESTIAS AL ORINAR: durante los primeros meses de embarazo puedes notar la necesidad de orinar con frecuencia, es debido a la compresión del útero sobre la vejiga, incluso cuando la vejiga está casi vacía la presión produce una sensación similar a como si estuviera llena. Este hecho no puede ser evitado. Cuando pasa el tiempo y el útero crece, estas molestias disminuyen mucho, sin embargo al final del embarazo, la cabeza del bebé puede de nuevo comprimir la vejiga y causar la necesidad de orinar con frecuencia a lo largo del día y varias veces durante la noche. Si notas dolor o ardor al orinar debes llamar a tu médico, ya que puedes tener una infección urinaria.

DOLOR EN LA PARTE BAJA DEL VIENTRE: los pinchazos o punzadas en la parte baja del vientre, generalmente en uno de los lados, son debidos al estiramiento de los ligamentos que sujetan el útero cuando éste va creciendo. Son más frecuentes durante el segundo trimestre del embarazo. No debes realizar cambios bruscos en tu posición, especialmente girar con rapidez la cintura. Cuando sientas dolor, debes doblar hacia el lado donde hayas notado el pinchazo, hasta que notes alivio, esto será pasajero.

El reposo y el cambio de posición te pueden ayudar.

PROBLEMAS RESPIRATORIOS: conforme progresa tu embarazo, el útero crece, presiona y desplaza al aparato digestivo y al diafragma (músculo que separa el tórax del abdomen) hacia el tórax. Por esta razón, sobre todo en los últimos meses del embarazo, los pulmones no tienen tanto espacio para poder expandirse, por lo que tus respiraciones son más frecuentes y menos profundas, incluso se puede tener la sensación de no poder tomar todo el aire que necesitas, es importante que sepas que éste hecho no influye sobre tu bebé. Cuando tus respiraciones cortas y frecuentes te produzcan una sensación molesta, realiza actividades tranquilas, para que tu corazón y pulmones no tengan que trabajar en exceso. Cuando te sientes, hazlo en una posición recta, bien derecha y realiza ejercicios respiratorios para ayudar a que tu respiración sea más profunda.

VÁRICES: las várices son dilataciones de las venas, que aparecen con más frecuencia en las piernas, pero también en la vulva y en la vagina. Son debidas a la compresión del drenaje venoso por el útero en crecimiento, a la disminución de la resistencia de la pared de las venas por la acción de las hormonas y al aumento de volumen de sangre circulante. Son más frecuentes en las mujeres con sobrepeso marcado. Las várices no suelen ser importantes para el embarazo, pero pueden causar sensación de pesadez o dolor en las piernas. Las siguientes medidas pueden ser útiles:

• No permanezcas de pie o sentada durante mucho tiempo. Siempre que te sea posible pon las piernas en posición elevada.
• Debes realizar ejercicio moderado, como paseos cortos o natación. Puedes hacer ejercicios de flexión, extensión y rotación de los tobillos con masajes a lo largo de la pierna en sentido ascendente, desde los pies hasta los muslos.
• Debes evitar utilizar ligas o cintas que compriman las piernas. Puedes utilizar medias elásticas de compresión progresiva.


ESTADO DE ÁNIMO: durante el embarazo, se producen cambios emocionales. En general, puedes encontrarte más sensible y emotiva. Los cambios en tu estado de ánimo son impredecibles. Un problema que hoy te parece pequeño, mañana te puede parecer muy importante. Este comportamiento no está siempre bajo tu control y no debe extrañarte si en ocasiones tienes ganas de soltar una lágrima o estár enfadada. Por fortuna, aunque algunas parejas tienen preocupaciones, en la mayoría de las ocasiones el embarazo cursa con normalidad y finaliza con el nacimiento de un hijo sano. La ansiedad, el miedo y la preocupación se combaten con el conocimiento.


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