Tener un bebé nos da la oportunidad de conectar con la especie humana y sentir ese instinto protector para hacer “lo que sea” con tal de salvar de cualquier peligro a nuestra cría. Le damos la bienvenida a un mundo que tiene muchos asuntos que resolver para poderle ofrecer lo que se merece: un planeta sano que le permita crecer y desarrollarse con todas sus posibilidades.

A todos nos preocupa el cambio climático, saber que se agotan los recursos naturales del planeta, la contaminación del agua, la tierra y el aire, las especies de animales en vías de extinción, los alimentos modificados genéticamente y sus posibles consecuencias en nuestra salud, pero pocos son los que pasan de la preocupación a la acción.

¿Cómo hacer del mundo un hogar más verde para tu bebé? o ¿cómo hacer de tu bebé un ser humano más consciente de su planeta?

El primer paso para ser partícipes de una generación más sana de papás y de bebés es comenzar en casa, en nuestra familia, con pequeños cambios que se convertirán en grandes diferencias y que implican todo un estilo de vida. Para tu bebé será de lo más natural, porque aprenderá desde el principio hábitos sustentables y amigables con el planeta.

Criar a un bebé con un estilo de vida verde es de lo más simple, no necesitas buscar todos los productos que presuman de ser verdes (muchos no lo son) o unirte a un colectivo ecologista, basta con estar consciente del impacto que tus acciones causan en tu medio ambiente y abrirte a aprender nuevos caminos.

Da tus primeros pasos para llevar un estilo de vida verde:

Amamanta a tu bebé.

La leche materna es un recurso que la madre naturaleza proporciona como el alimento ideal para la especie, no tienes que comprar ningún producto para alimentar a tu hijo durante los primeros 6 meses de su vida. Cuida tu salud y tu alimentación para evitar el riesgo de que por tu leche vayan residuos tóxicos.

Cuidado con los biberones.

Muchos recipientes de comida y líquidos, incluyendo los biberones de los bebés, están hechos de policarbonato o tienen una cubierta que contiene el químico bisfenol A (BPA), que se utiliza para endurecer los plásticos y evitar contaminación de los alimentos. Sin embargo, existen dudas sobre los posibles efectos dañinos del BPA pueda tener sobre los humanos, principalmente bebés y niños. Considera utilizar biberones plásticos certificados o identificados como libres de BPA

Consume menos.

Son innecesarios la mayoría de los productos que se promocionan para papás y mamás con bebés. Los hijos necesitan a sus padres, su tiempo, atención y amor. Si vamos a consumir debemos hacerlo de manera responsable y ética.

Si vas a comprar algún producto como ropa para tu bebé, examina la política comercial del fabricante, prefiere por ejemplo, ropa de algodón orgánico sin blanquear que no contiene rastros de productos químicos dañinos que pueden irritar la piel de tu bebé.

Si vas a comprar algo, prefiere los objetos hechos para durar y que si se descomponen podrás reparar y reutilizar.

Vigila que los materiales de construcción o la pintura de los muebles en los que descansa tu bebé sean libres de químicos. Si vas a pintar el cuarto del bebé, compra pintura ecológica, que tendrá bajas cantidades de químicos orgánicos volátiles presentes en ese característico olor a pintura fresca que hoy se asocia a depresión post-natal y dolores de cabeza.

También los juguetes deben ser libres de barnices o pinturas tóxicas. Algunos plásticos ya se han retirado por seguridad de la manufactura de juguetes masticables de bebés por ser peligrosos.

Utiliza pañales de tela, ahorrarás agua y contribuirás a reducir el impacto que generan los pañales desechables en el medio ambiente, ya que tardan cientos de años en degradarse.

Para la alimentación de tu bebé compra de preferencia alimentos orgánicos, elige frutas y verduras de temporada, si no lo son, debes saber que utilizan conservadores que mantienen su color y forma para los largos viajes, pero quedan residuos de éstos en el alimento y pasan a nosotros al comerlo.

Comienza un huerto en casa.

No necesitas vivir en el campo para comenzar un pequeño huerto en tu casa donde puedas cultivar tus propias hortalizas para poder consumir los alimentos más frescos y libres de pesticidas.

Viaja ligero.

Si puedes elige un auto que sea más eficiente en el uso de combustible, un auto que contamine menos. Trata de sustituir tus viajes en automóvil, comparte el auto o desplázate a pie si es posible, tu huella de carbono se reducirá al transformar tus hábitos. Acostumbra a que tu hijo conozca la calle desde una carriola, una bici y luego caminando. Los niños cuyos padres utilizan alternativas al automóvil podrían convertirse en adultos menos dependientes del auto, más activos y más sanos.

Cuida el agua.

No sólo se trata de ahorrar en el consumo de agua utilizando mejor la lavadora, también es recomendable sustituir los detergentes por jabones ecológicos y dejar secar al aire libre la ropa del bebé, así evitarás el uso de la secadora que genera un gran gasto de energía.

Limpia verde.

La mayoría de los productos que se venden en los supermercados para la limpieza y desinfección del hogar contienen sustancias tóxicas cuya exposición prolongada pone en riesgo la salud de los que la aspiran, tocan o están en contacto con estos líquidos.

Recuerda que los bebés son altamente susceptibles por que su sistema inmunológico está en pleno desarrollo. Evita utilizar aromatizantes de ambiente, líquidos limpiadores perfumados o plaguicidas domésticos, la mayoría contienen formaldehídos y otros químicos dañinos. Opta por los productos naturales para limpieza como el agua, el bicarbonato de sodio, el vinagre y el limón. Y para los insectos, utiliza mosquiteros en las ventanas y un pabellón en la cuna del bebé.

Utiliza remedios alternativos

El enfoque holístico de la salud implica reconocernos como parte del ecosistema y saber que todo lo que pongamos en el medio ambiente se nos devolverá a través de lo que comemos, bebemos, respiramos y absorbemos a través de nuestra piel.

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