Existen en muchos países del mundo programas que alientan el desarrollo temprano, bajo la campaña de un buen inicio, se habla de la importancia que tienen los dos primeros años de la vida de un niño y cómo el cerebro se desarrolla en este período como en ningún otro, otros lo extienden hacia los 4 primeros años y el aprendizaje privilegiado de una mente curiosa.

Es bien sabido que la primera infancia que reúne los primeros 6 años de la vida sigue siendo el pilar de un desarrollo óptimo a nivel físico, intelectual y emocional del ser humano.

Los niños deben llegar emocional y socialmente preparados para las demandas escolares. Ahí aprenderán mucha información nueva, experiencias, reglas, etc.

En un ambiente agradable, sí, pero deberán cumplir con ciertas exigencias de un sistema que espera mucho de ellos. Atención, buen comportamiento, tolerancia hacia sus compañeros, actitud cooperativa: madurez, en pocas palabras.

Papá y mamá día a día tendrán la tarea de mostrarle el mundo y cómo interactuar en él.

La casa es la primera escuela y los primeros maestros: mamá y papá.

Cuando tienes un bebé, ves muy lejos su ingreso a la vida escolar. Es tan pequeño e indefenso, tan dependiente, que no crees que en muy poco tiempo podrá ponerse en pie, hablar, correr y estar listo para adquirir habilidades académicas y sociales que lo integrarán a la sociedad que lo vio nacer. Así, piensas que será en la escuela donde aprenderá lo que necesita saber, pero debes saber que las escuelas ya esperan que los niños y niñas lleguen con ciertos conocimientos y un perfil de comportamiento apto para la experiencia.

No hay otro lugar donde adquirir todo lo necesario para esta etapa que en casa, con papá y mamá.

La familia provee a ese hij@ con todo una variedad de aprendizajes de vida que en lo cotidano no parecen lecciones, pero sí lo son, claras y constantes, se convierten en hábitos que moldearán la vida del niñ@.

Tu hijo es único.

Cada niño se desarrolla según su propio ritmo. Así que deberás vigilar cuál es el de tu hijo. Algunos niños alcanzan una madurez que les permite ingresar a la escuela a edades tempranas y en otros casos requieren de más tiempo para desarrollarse.

Lo óptimo es que se encuentren listos en tres áreas: social, emocional y académica.

Habilidades sociales:
-Ya se separa de mamá, sin llanto.
-Se relaciona con otros.
-Juega y comparte.
-Sus lapsos de atención le permiten sentarse y escuchar.
-Sabe ir al baño solito.

COMPARTIR: