Un embarazo debe durar entre 37 y 42 semanas para que concluya en un parto a término con el nacimiento de un bebé cuyo organismo esté listo para sobrevivir fuera del útero de mamá.

Si un bebé nace antes de las 37 semanas de gestación, se le calificará de prematuro. Al no haber completado el tiempo necesario para su crecimiento y desarrollo óptimos, probablemente nacerá con alguna inmadurez de su sistema respiratorio o digestivo, puede ser que alguno de sus órganos no esté listo para realizar sus funciones o aún no logre el control adecuado de su temperatura , tal vez sólo se encuentre vulnerable a los factores externos.

Nacer prematuro implica una condición en desventaja.

A cada bebé se le clasifica según la semana en la que nace, el peso que presenta al momento de nacer, así como los centímetros que mide. Hay bebés que nacen antes de la semana 26 de gestación y pueden ser tan pequeños que llegan a medir menos de 30 centímetros y su peso es menor a un kilogramo, las probabilidades de que sobrevivan son del 50%. En cambio hay otros que nacen entre tres a cinco semanas antes de la fecha probable de parto y llegan a pesar entre 1,800 y 3,300 kgs. de peso y miden entre 43 y 45 cms. Sobreviven 98 de 100 bebés. Entre estos dos grupos existen otros bebés que según su tiempo de nacimiento deberán ser vigilados para aumentar su calidad de vida y ayudarles a completar su maduración óptima.

La gravedad del problema del nacimiento prematuro es garantizar la salud a los bebés y ayudarles a que alcancen la regularidad en peso y maduración que les permita estar a salvo para crecer y desarrollarse sin complicaciones.

A la incubadora.

Un bebé con un agudo grado de inmadurez al nacer necesitará ser ingresado a la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital. Ahí se le ofrecerá el apoyo necesario y las condiciones para sobrevivir fuera del útero de la madre.

A estos bebés se les coloca en una incubadora que es como una cunita térmica para estabilizar su temperatura. Se les conecta a un respirador, que es como un ventilador que les ayuda a mantener oxígeno suficiente y son alimentados a través de una sonda. Tienen así un monitoreo constante.

El poder del amor

Está comprobado que los bebés prematuros que se les acaricia regularmente mejoran de manera más rápida que los que no tienen este contacto vital.

Por medio del tacto, el bebé recibirá calor, estimulación de su sistema nervioso central, su circulación mejorará y su sistema inmunológico se fortalecerá a través de esas dosis de caricias como terapia de amor intensiva.

El método canguro, que consiste en dar contención a estos bebés en combinación con los cuidados intensivos del hospital, les permite a los padres alimentar física y emocionalmente a su bebé y así fortalecer su vínculo y mantenerles conectados. También para los padres es una experiencia difícil.

No todos los bebés prematuros son iguales

La apariencia física de un bebé prematuro dependerá de varios factores, pero en general parecen frágiles, de piel tan delgada que se les notan fácilmente sus venas. Parecen desproporcionados, su cabeza es visiblemente más grande que su cuerpo y sus brazos y piernas parecen más largos por que presentan poco músculo alrededor de sus huesos y tienen poca grasa, además su tono muscular es bajo, su fuerza para realizar movimientos es limitada.

Algunos presentan ictericia (sus niveles de bilirrubina son altos, esta hormona les da una coloración amarilla en su piel) y deben pasar un tiempo expuestos a una luz especial que les ayudará a recuperar su color.

Embarazo a término.

Cada día que el bebé está dentro del útero de mamá aumenta su esperanza de vida. Por ello es que se busca que el embarazo se cumpla hasta el final.

Al nacer, un bebé que completó su maduración en el vientre materno de 38 a 40 semanas estará listo para que todo su organismo lleve a cabo las funciones que lo mantendrán vivo y saludable como:

  • Regular su temperatura: Poder regular y mantener su temperatura es requisito para sobrevivir.
  • Respirar: En los prematuros es común que les falte oxígeno y esto baje su ritmo cardíaco.
  • Buen tono muscular: Poder flexionar suavemente brazos y piernas es evidencia de un buen desarrollo neurológico.
  • Eliminar desechos: Su sistema digestivo le permite evacuar y orinar después de ser alimentado.
Causas probables del parto prematuro

Algunos de estos factores pueden propiciar un parto prematuro o aumentar el riesgo de tenerlo:

  • Enfermedades de la madre, como diabetes, anemia, infecciones en vías urinarias, renales o cardíacas.
  • Enfermedades del embarazo: pre-eclampsia o hipertensión arterial, malformaciones del útero, implantación débil de la placenta, entre otros.
  • Condiciones del bebé: malformaciones cardíacas o cromosómicas, infecciones.
  • Estrés materno: Los factores emocionales que viva mamá afectarán el desarrollo de su embarazo. La tensión o ansiedad que experimente aumentarán su presión sanguínea, alteraran su ritmo cardíaco y alterarán sus hormonas y su estado de salud general, aumentando así el riesgo de tener un parto prematuro. De ahí la importancia de mantenerse tranquila y relajada.
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