Cuando las parejas se convierten en padres su vida se intensifica a partir del nacimiento de su primer bebé. Los ajustes a su rutina diaria no se hacen esperar y la dinámica familiar cambia al integrar las necesidades del bebé y satisfacerlas con su tiempo, amor y atención. La crianza de ese hijo se instalará como una misión en pareja para los próximos años y probablemente llegará otro hijo y nuevos retos como familia. Mantener viva la relación de amor entre ambos les ayudará a sentirse plenos y realizados.

Primer acto: la pareja

Conocerse, enamorarse, unirse…amarse es el motivo para estar juntos. Dependerá de cada pareja el tiempo y la intensidad de esta experiencia donde se crean los cimientos de la relación, donde se nutren los sueños de una vida juntos y el establecimiento de su propia familia . El tiempo es todo suyo, el tiempo en casa es para estar juntos y el tiempo libre también. Ir al cine, a fiestas y reuniones, es parte de la rutina de estar juntos. Consentirse mutuamente, vivir uno para el otro y compartir sus sueños personales es parte de la vida en pareja.

Segundo acto: la pareja con hijos

Lo único seguro en la vida es el cambio. Y parece que este mandamiento aplica por completo en una pareja con hijos. Al principio el cambio es rotundo, su tiempo no es más de los dos, lo deben compartir con el nuevo bebé y si bien la experiencia es conmovedora para ambos, cada uno lo vive diferente y pueden aparecer los celos, la sensación de no ser atendido como antes por el conyuge, etc. Aquí la clave está en comunicarse uno a otro cómo se sienten, qué expectativas tienen, cuáles son sus miedos. Tener plena confianza, sentir apoyo total del otro es primordial en esta etapa para establecer un frente común donde ambos ejerzan la misma autoridad frente a los hijos durante los años que vendrán.

Tercer acto: la pareja sin hijos

Pasarán muchos años antes de que vuelvan a estar solos uno con el otro, sin distracción alguna. La crianza de los hijos tomará mínimo los próximos 20 años de su vida, pero esto no quiere decir que tendrán que esperar todo ese tiempo para volver a conectarse con su pareja. Muchos lo hacen y en el transcurso de la vida olvidan su motivación para estar juntos, el riesgo es que ya no encuentran casi nada en común porque no se dieron cuenta que se fueron separando poco a poco o permitieron que la alta demanda de los hijos se llevara sus momentos de intimidad, descuidaron su relación, que a fin de cuentas es como otro hijo, que requiere atención, cuidados, tiempo y mucho amor.

Invierte en tu relación

Así como es recomendable mantener la propia individualidad en la pareja, también se deben atesorar los momentos y actividades exclusivos en pareja, donde no estén incluidos los hijos. Si bien los bebés e hijos mayores siempre serán prioridad en la familia, papá y mamá deben buscarse y rescatar del tiempo familiar tiempo para ellos, para una salida al cine solos, a cenar solos o con amigos, pero sin niños, inclusive, según las circunstancias y edad de los hijos, buscar un viaje solos, aunque sea corto. Esto les vuelve a conectar mutuamente, nutren juntos a su relación y enriquecen su vida en pareja que es la que sostiene a la vida familiar.

Muchas parejas piensan que es egoísta pensar en ellos sin incluir a los hijos, pero en realidad, mantener una relación de pareja sana también representa uno de los más grandes regalos que como padres podemos ofrecer a nuestros hijos. Crearnos una vida estimulante en pareja, donde se exprese nuestro cariño mutuo, donde se note la felicidad cotidiana, el interés en el otro, el respeto y el amor puede ser una meta ligada a la crianza, es algo que estará a la vista de los hijos por mucho tiempo, crecerán viéndoles, aprendiendo de esos ricos modelos y desearán crecer y encontrar alguien con quien compartir su vida como lo hacen ustedes.

Secretos cotidianos para que la luz no se apague
  • Muestra interés auténtico en las cosas personales de tu pareja, sus intereses o trabajo y ofrécele tu apoyo, que sepa que cuenta contigo cuando te necesite y que aprecias su individualidad.
  • Ríanse juntos, cuida el buen humor como una plantita muy sensible que necesita regarse a diario. Este ingrediente les liberará del estrés cotidiano y les conectará poderosamente.
  • Satisface sus deseos sexuales, la intimidad debe mantenerse viva, para mantenerles fascinados uno por el otro. Hablen de lo que les gusta más.
  • Realiza proyectos con tu pareja, actividades de tipo académico, religioso, deportivo o de negocios, que involucre pasar tiempo juntos y cuyo tema no sean los hijos o la casa.
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