Todos los bebés comparten entre sí algunas características y rasgos de comportamiento, pero cada cual, al ser un individuo único, goza de su propio temperamento. Así, sus reacciones serán diferentes.

Tener un bebé es un viaje a lo desconocido, nos imaginamos si tendrá nuestros ojos, si nacerá con el color de cabello de papá, si será tan hermoso como lo pensamos… y naturalmente, también se asoman nuestras expectativas: ¿Será un bebé sonriente? ¿Será una bebé tranquila? ¿Llorará mucho? Y de ahí pasamos a nuestros miedos: ¿Sabré ser una buena madre? ¿Lograré calmarle si llora? ¿Y si me toca un bebé enojón?

¿Qué clase de bebé será mi bebé?

Aunque no todos los niños caben en esta clasificación, se han identificado tres tipos principales de bebés, según su temperamento:

  • El bebé tranquilo o fácil.
  • El bebé irritable o difícil.
  • El bebé reservado o de reacción lenta.

Cada categoría está hecha en base a su ritmo: si es regular o irregular; según el control de sí mismo: cómo logra calmarse por su propia cuenta; a su adaptabilidad: cómo se adapta a las situaciones o a las personas nuevas, así como a su percepción de estímulos sensoriales como la luz, el ruido, el tacto, y su reacción ante estos. Sus emociones, su estado de ánimo y cómo lo expresa también son factores que se toman en cuenta.

Hay que tener mucho cuidado y evitar etiquetar al bebé. A veces estará irritable por algún malestar o enfermedad. Habrá días que le cueste más adaptarse al ambiente o a las personas que le acompañan. Hay que recordar que se trata de rasgos de su temperamento que sólo son una parte de él. Los bebés son personas, seres humanos que están en desarrollo, en pleno período de adaptación y aprendizaje. Necesitan de mucha paciencia y atención para ser libremente. Además los bebés necesitan rutinas para crecer (hora de dormir, hora de comer, el mismo lugar, la misma gente), esto le da consistencia y le brinda seguridad. Sea fácil, difícil o reservado, los bebés necesitan tiempo y mucho amor.

Fácil

Si el temperamento de tu bebé es tranquilo, lo notarás por lo fácil que resulta la interacción con él o ella. Tus expectativas corresponderán a la realidad en cuanto a la interacción entre ustedes, ésta será muy suave.

Son bebés agradables los que la mayor parte del tiempo están ¨de buenas¨, tolerantes a los cambios de rutina (no desesperan por comer si tienen hambre). Se les ve confiados con la gente y parecen felices.

Difícil

Si la forma de tratar a tu bebé naturalmente no encaja con él, tendrán que adaptarse uno al otro. Primero deberás observarlo para conocerlo: si es un bebé irritable expresará su enojo o incomodidad llorando intensamente. Para consolarlo necesitaras tiempo y mucha paciencia. Son bebés muy sensibles a los estímulos y les resulta difícil ajustarse a sus ritmos de sueño o alimentación, presentan un alto nivel de actividad así que requieren de mucha atención y movimiento. Puede ser que quieran comer mucho y dormir poco. A veces parecen estar de mal humor.

Reservado

Éstos parecen bebés muy tímidos, que no sonríen tan fácilmente ni arrancan en llanto si quieren algo. Su adaptación es un poco más lenta que los demás porque requieren de mayor tiempo para ir descubriendo su ambiente. Pueden ser asustadizos y parecer consentidos, tal vez sólo es que son muy sensibles y su ritmo es pausado.

El reto de la crianza de un bebé está en descubrir cómo adaptarse cada día a lo nuevo juntos, mantener la curiosidad y disfrutar de la familiaridad que vamos logrando entre nosotros mientras descubrimos a través de nuestra relación con nuestro bebé, nuestro propio temperamento de mamá o papá.

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