Los probióticos son bacterias intestinales benéficas que ayudan a estimular la digestión y las enzimas naturales que mantienen a nuestras pancitas funcionando correctamente. Se han convertido en elementos clave de la salud y bienestar general, de niños y adultos.
Los probióticos son un tipo de bacteria viva que al tomarse en cantidades apropiadas ayudan a la salud general. En el aparato digestivo hay más de 400 bacterias diferentes que viven en el tracto gastrointestinal humano, estas bacterias son amigables, las formas más comunes de probióticos intestinales son el Lactobacillus acidophilus, ''Lactobacillus casei'' y la Bifidobacteria bifidum.
Hoy vemos en los refrigeradores de supermercados y en su publicidad, que muchos productos lácteos comerciales presumen de contener entre sus ingredientes algunas de estas bacterias, el yogurth, principalmente. Al comprarlos, sólo hay que tener cuidado: muchas marcas populares contienen en sus productos altos porcentajes de azúcar, así como colorantes y saborizantes artificiales que no se recomiendan para una dieta sana. Elije los que sean orgánicos o que no contengan edulcorantes artificiales, de preferencia.
Los probióticos ayudan al sistema inumológico a estar listo para combatir infecciones, para los niños es un muy buen aliado en su dieta.
Cuando un niño se enferma y es tratado con antibióticos, se corre el riesgo de que éstos, además de matar las bacterias infecciosas que causan enfermedades, también acaben con las bacterias buenas. Ahora sabrás la razón de que el pediatra de tu hijo le recete en esas ocasiones un tratamiento adicional para restablecer su flora intestinal.
El Dr. Jeffrey Weiser, Profesor de Microbiología y Pediatría señala que "Una de las complicaciones de la terapia con antibióticos son las infecciones secundarias. Nosotros sugerimos que el sistema inmunológico es idóneo, si usted trata a alguien con antibióticos de amplio espectro, entonces apaga el sistema. El sistema estará necesitado y será menos eficiente a la hora de responder rápidamente a nuevas infecciones."
Los probióticos actúan como una especie de equipo de limpieza temporal que ayuda a preparar el tracto digestivo para recibir más bacterias benéficas.
Puedes ofrecer probióticos a tus hijos como un suplemento alimenticio o encontrarlos directamente en alimentos como: yogurth, bebidas lácteas fermentadas, leche y queso de cabra, algas de mar (espirulina, chorella, azules y verdes) que se usan en la comida oriental; así como el miso, una pasta fermentada de soya y cereales, con la que se elabora una deliciosa y nutritiva sopa rica en probióticos. También el chocolate oscuro es un buen portador de probióticos, sólo si éste es de buena calidad (consúmelo con moderación). Si acostumbras visitar tiendas de nutrición o supermercados con alimentos saludables u orgánicos busca el Kefir –que también lo puedes preparar en casa-, se trata del rey de los probióticos, es una combinación única de leche de cabra y granos fermentados, ricos también en antioxidantes.
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