Los bebés y los niños pequeños se enferman, eventualmente. Es un hecho que los padres y madres debemos saber, pero que nadie nos lo advierte. Los virus y las bacterias son culpables de la mayoría de las enfermedades de la infancia, por eso hay que conocerles bien.

Es cierto que podemos prevenir muchas enfermedades con un buen control de la salud del bebé a través de las vacunas y la vigilancia estrecha que el pediatra tendrá de su crecimiento y desarrollo mes con mes a partir de su nacimiento y después en visitas menos frecuentes.

Bacterias

Estas son criaturas diminutas que sobreviven gracias a que se alimentan de los nutrientes de su entorno. En muchos casos su proveedor de alimento es el organismo de un ser humano. Las bacterias se reproducen en el interior del cuerpo y fuera de este. Algunas de las infecciones más comunes que éstas provocan son: la amigdalitis (dolor agudo de garganta), infecciones de oído o caries.

No todas son malas

Hay un grupo de bacterias a las que se les consideran “buenas” y que son las que viven con nosotros, en nuestro cuerpo y tienen una función muy clara, como por ejemplo aquellas que forman parte de nuestro sistema digestivo y están en los intestinos. Su tarea es ayudarnos a utilizar mejor los nutrientes de los alimentos que consumimos y nos facilitan la generación de desecho que ya no nos sirve en el cuerpo.

Hay otro tipo de bacterias que la industria farmacéutica utiliza para en los laboratorios fabricar nuevos medicamentos o vacunas a partir de éstas. Incluso, existen alimentos que se producen a partir de las bacterias como es el yogurt o el queso.

Para combatir las enfermedades o infecciones causadas por las bacterias se administran antibióticos para limitarlos. La precaución a seguir es hacerlo bajo la vigilancia médica y seguir paso a paso las instrucciones y el tiempo de administración de los medicamentos para evitar que aumenten las posibilidades de que las bacterias presentes se adapten a ser más resistentes al antibiótico.

Virus

Los virus necesitan vivir dentro de las células para poder crecer y reproducirse. La mayoría de los virus no podrían sobrevivir durante mucho tiempo fuera del interior de un ser vivo, sea una planta, un animal o una persona. Al introducirse en el cuerpo de una persona es que le provocan una enfermedad, pueden causar virus como la varicela, el sarampión, el rinovirus, el virus sincicial respiratorio, rotavirus. Tan sólo el 10% de las infecciones que se presentan en la edad pediátrica son por virus de influenza.

Al presentar signos como tos, mucho moco, congestionamiento nasal, se puede sospechar de la presencia de un virus. Cuando comienzan a afectar los pulmones, dificultar la respiración o se presenta neumonía, estas son las complicaciones a las que debemos estar alertas para actuar de inmediato.

El virus tiene un ciclo de vida y se autolimita. En menos de una semana podría terminar. Los virus usualmente no se atacan con antibióticos. No tienen tratamiento específico. Sólo se ataca los síntomas y se vigila que no se complique el estado de salud. El único virus que sí recibe un tratamiento es el de la influenza y es cuando aparece en condiciones moderadas o severas.

Los virus que causan gripe o resfriados son los responsables de las enfermedades más comunes que se presentan en guarderías, centros de desarrollo infantil y escuelas. Aunque tu bebé esté vacunado podría contagiarse de enfermedades infecciosas comunes presentando tos, vómito, diarrea, dolor de garganta o síntomas de resfriado.

El contagio

El virus sincicial respiratorio (VSR) es el microbio más común que causa infecciones en los pulmones y en las vías respiratorias en los bebés y en los niños pequeños.

El virus se disemina a través de diminutas gotitas que van al aire cuando una persona enferma se suena la nariz, tose o estornuda.

En el consultorio de pediatría

Cuando acudas al pediatra ante una enfermedad de tu hijo, recuerda mantener una clara comunicación con el médico y recuerda preguntarle:

¿Cuál es el diagnóstico? ¿Qué medidas debes tener en casa? ¿El tratamiento que le prescribe a tu bebé bajo qué sustento lo hace? Es al médico pediatra a quien le toca decidir en base a su conocimiento el tratamiento a seguir, ya sea si lo que sospecha es que se trata de un virus o una bacteria que está causando la enfermedad que presenta tu hijo.

Cada año se presentan en época de invierno e inicios de la primavera las infecciones respiratorias agudas en un 30 o 40% más que el resto del año. Y para prevenirlas las recomendaciones siguen siendo las mismas: buena nutrición, vacuna de la influenza e higiene. Lavarse las manos es el remedio por excelencia para prevenir infecciones.

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